Moluscos cefalópodos
Una ración de almejas o mejillones es suficiente para cubrir las necesidades diarias de vitamina B12 o cobalamina, que interviene en funciones cruciales del organismo, desde la síntesis del ADN hasta la creación de mielina, que envuelve las fibras nerviosas como una vaina.
Deberíamos investigar dónde se crían las gambas, las cigalas, las ostras o las vieiras. Algunos grupos han empezado a certificar las piscifactorías que cumplen las normas medioambientales, como ASC (Aquaculture Stewardship Council) y Friend of the Sea, que ha dado su sello de aprobación, por ejemplo, a una granja de almejas en la reserva natural del Delta del Po y a otra de mejillones en la bahía de Castro, en la provincia de Lecce.
Las conchas no recogen el eco de los océanos, como creen los niños cuando se las acercan al oído y creen oír las olas del mar. Pero dicen a los científicos lo urgente que es cuidar la vida en el azul.
Aliotide
Independientemente de sus aguas de procedencia (clasificadas en zonas A, B y C en función de sus características higiénico-sanitarias dado el nivel de contaminación microbiológica de origen fecal), todos los moluscos bivalvos vivos no pueden comercializarse para su venta al por menor, salvo a través de un Centro de Expedición de Moluscos donde se envasan y etiquetan.
Los moluscos bivalvos deben comercializarse vivos, es decir, deben mantener una reacción adecuada a la percusión, ofrecer resistencia a la apertura y contener niveles normales de líquido de intervalo. Además del envasado tradicional en redes de plástico y cajas de madera para las ostras, los moluscos bivalvos pueden envasarse al vacío y en atmósfera protegida, métodos que garantizan una buena supervivencia del producto.
Los moluscos bivalvos deben comercializarse vivos, es decir, deben mantener una reacción adecuada a la percusión, ofrecer resistencia a la apertura y contener niveles normales de líquido intervalvar.
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Relini G., Tunesi L. (eds, 2009), Las especies protegidas del protocolo SPA/BIO (Convenio de Barcelona) presentes en Italia. Fichas descriptivas para la identificación, Biol. Mar. Meditter, 16 (2), 443 pp.
Rossi R., Prioli G., Pellizzato M., Turolla E., Giulini G. (2001), Molluschicoltura, pp. 422-438, en: Cataudella S., Bronzi P. (eds), “Acuicultura responsable – hacia las producciones acuáticas del tercer milenio”, Unimar Uniprom, Roma.
Prioli G. (2008), La molluschicoltura in Italia, pp. 159-176, en: A. Lovatelli, A. Farías e I. Uriarte (eds), ‘Estado actual del cultivo y manejo de moluscos bivalvos y su proyección futura: factores que afectan su sustentabilidad en América Latina’, Taller Técnico Regional de la FAO, 20-24 de agosto de 2007, Puerto
Magi E., Liscio C., Pistarino E., Santamaria B., Di Carro M., Tiso M., Scaloni A., Renzone G., Cosulich M.E. (2008), Estudio interdisciplinario para la evaluación de las alteraciones bioquímicas en el mejillón Mytilus galloprovincialis expuesto a una zona contaminada por tributo de estaño, Anal. Bioanal. Chem, 391:671-678.
Los calamares son moluscos
Los bivalvos forman parte del bentos, viven enterrados en la arena o el barro y filtran constantemente el agua, alimentándose principalmente de plancton; son presa de muchos peces, equinodermos (estrellas de mar) y otros moluscos (cefalópodos); también son muy importantes para la dieta del hombre, que además de pescarlos ha aprendido a criarlos. Además de su sabrosa carne, se explotan por sus conchas y, en el caso de las ostras, por sus perlas.
Hoy en día, los mejillones que encontramos en el mercado son de piscifactoría, se venden dentro de redes de plástico especiales y deben estar etiquetados; desaconsejamos encarecidamente comprar mejillones sueltos sin red ni etiqueta. Desde el punto de vista nutricional, los mejillones no tienen un aporte calórico importante (70 kcal por 100 g), son ricos en minerales (selenio, hierro, yodo) y vitaminas (grupo E y grupo B), contienen un buen porcentaje de ácidos grasos omega-3 y un contenido de colesterol nada despreciable (como todos los bivalvos).