Proteínas de hongos
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Los beneficios de las setas se manifiestan a nivel del sistema inmunitario, tanto por su acción antimicrobiana como por el aumento de las defensas inmunitarias. Las setas ayudan a mantener la salud intestinal y participan en la prevención de enfermedades crónicas (diabetes), neurodegenerativas (Alzheimer y Parkinson) y del cáncer. Setas comestibles: mejora de la salud humana y fomento de la calidad de vida
En la cocina, las setas se consumen principalmente cocinadas, aunque también pueden comerse crudas, en ensaladas, sobre todo el ovoli, los boletus y las setas champiñón. Las setas pueden conservarse después: en aceite, congeladas o secas.
En la medicina china, las setas forman parte de muchos remedios y se utilizan a menudo para restablecer la armonía del cuerpo y la mente, por ejemplo, como adaptógenos durante el cambio de estación. También en la medicina tradicional china, los beneficios de las setas pueden estar relacionados con el hígado y los riñones.
El efecto prebiótico de los hongos en la microbiota y su uso en casos de disbiosis, estreñimiento o lentitud intestinal también se han explorado en este artículo científico: Revisión sobre los beneficios de los hongos comestibles para la salud a través de la microbiota intestinal
Propiedades y contraindicaciones de las setas
Las setas se consideran alimentos de origen vegetal a pesar de pertenecer a un reino propio. Las setas crecen en casi todas partes, en bosques, praderas, desiertos e incluso en terrenos rocosos. Hay muchas especies de setas, algunas de las cuales deben evitarse a toda costa por ser venenosas, mientras que otras son comestibles.
Contienen altas cantidades de vitamina B12 y vitamina A, normalmente ausentes en los alimentos vegetales. Además, las setas son ricas en antioxidantes y tienen muy pocas calorías, normalmente 25 calorías por cada 100 gramos de producto.
Valores nutricionales de los hongos porcini
Con relativamente pocas calorías (una media de 20 por cada 100 gramos), las setas son un alimento ligero con pocas grasas poliinsaturadas; estas últimas son más conocidas como Omega 3 y Omega 6*, también conocidas como grasas esenciales porque no son producidas por el cuerpo sino que tienen que ser ingeridas a través de los alimentos.
Están disponibles frescas, enlatadas, secas y congeladas. Estos últimos se recolectan muy frescos y se someten inmediatamente al proceso de congelación mediante el procedimiento de estabilización térmica*, a una temperatura igual o inferior a -18°C para conservar intactos sus principales valores nutricionales.
Debido a su buen contenido en proteínas, las setas o champiñones son importantes en las dietas sin carne y en las dietas vegetarianas; de hecho, son una base excelente cuando se combinan con frutas, productos lácteos, especias y hierbas, ya que son una buena fuente de enzimas que pueden inhibir la absorción del exceso de grasa*, mejorando el control del peso.
Setas de carbohidratos o proteínas
Aunque las setas pertenecen a un reino distinto (Fungi o Mycetae), nutricionalmente se consideran “verduras y hortalizas”. Se componen de casi un 90 % de agua con un aporte calórico casi insignificante (unas 25 kcal/100g de setas frescas), muy similar al de las verduras y hortalizas comunes, pero tienen unas características nutricionales realmente notables que las convierten en un valioso aliado para nuestra salud.
Las setas (frescas o secas) son una auténtica mina de valiosos nutrientes para el metabolismo. Contienen fibra (útil para mantener el intestino activo), proteínas vegetales, hidratos de carbono, lípidos, minerales y vitaminas.
– Vitamina C: protege las membranas celulares, tiene una acción protectora sobre las paredes capilares, interviene en el metabolismo del colesterol e inhibe la formación de nitrosaminas cancerígenas en el estómago