Leche de quinoa
Si se observan los datos de la tabla, inmediatamente surge el alto porcentaje de hidratos de carbono, es decir, un impulso de energía listo para usar. En cuanto a la ingesta de proteínas, añadamos que con el mijo se aseguran todos los aminoácidos, incluidos los esenciales, que necesariamente debemos tomar con nuestra dieta.
Si es usted celíaco, no confíe ciegamente en el mijo que se encuentra en el mercado, sino que busque siempre el símbolo de la espiga tachada para estar seguro de que está comprando un producto 100% libre de gluten.
Contraindicaciones de la leche de arroz
Verter un litro de agua fría en un cazo (añadir el contenido de una vaina de vainilla si se desea). Vierta el mijo y llévelo a ebullición a fuego moderado, luego cocínelo a fuego lento durante unos veinte minutos. Cuando esté cocido, apague el fuego.
Para terminar, cuele la mezcla a través de un colador de tejido fino o un paño de cocina. Apretar bien para recuperar todo el líquido. En este punto, añada un edulcorante si lo desea.
Todos los libros electrónicos retoman un tema y lo amplían. Tras una primera parte introductoria y descriptiva, presentan una serie de recetas ad hoc con instrucciones precisas e imágenes que muestran el resultado final. Por supuesto, encontrará una lista detallada de ingredientes (con especial referencia a la dosificación) y la preparación de la receta expuesta de forma sencilla y algo creativa.
Entonces, ¿por qué descargar los ebooks? En primer lugar, porque son gratuitos y, en segundo lugar, porque son un recurso para mejorar el “rendimiento” de uno en la cocina, sin tener que sentarse a leer complicados y largos manuales. No hay más que elegir, dada la abundancia de temas que he tratado a lo largo de los años.
Leche de linaza
La leche de mijo está especialmente indicada para las personas que sufren de colesterol alto, ya que las proteínas vegetales presentes facilitan su reducción. Además, gracias a una enzima especial, la leche de mijo facilita la eliminación de la grasa y también es perfecta para los diabéticos.
La leche de mijo no tiene contraindicaciones especialmente importantes, salvo para quienes padecen hipotiroidismo. Estamos hablando de un cereal que interfiere en el metabolismo del yodo, responsable del buen funcionamiento de la glándula tiroides.
Leche de sorgo
En poco tiempo, el mijo se redujo a un cultivo marginal – a menudo destinado a terrenos difíciles o utilizado en verano para asegurar una segunda cosecha – para acabar siendo un cultivo alimentario, principalmente para las aves.
Aunque de poca importancia en nuestras tierras, el mijo sigue siendo un cereal importante en todo el mundo, con una producción total de unos treinta millones de toneladas, un tercio de las cuales procede de la India, y otro tercio de Nigeria y otros países africanos. [1, 2]
El mijo común y el pánicum son muy similares y se diferencian principalmente por el tamaño y las características de la espiga. Son plantas herbáceas, anuales, que pueden alcanzar una altura máxima de un metro y medio, algo menos en el caso del panicum.
También son alentadores los estudios en modelos animales que demuestran que los extractos de la fracción proteica del mijo aumentan la concentración de adiponectina -sustancia con una marcada acción protectora contra los daños causados por la grasa visceral- y del colesterol HDL, con reducciones de la glucemia y los triglicéridos. Resultados positivos, pero muy limitados, que obviamente requieren más investigación.