Síndrome del intestino irritable Verduras recomendadas
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Por lo tanto, hay que dejar de consumir dulces, pasteles, bollería, helados, pero también alimentos que no solemos considerar azucarados, como algunos productos en conserva que, aunque sean salados, llevan azúcar añadido para conservarlos mejor o darles un mejor sabor.
La leche y los productos lácteos, como el queso, también deben mantenerse bajo control, ya que también pueden agravar la situación de un colon irritado, especialmente cuando hay descargas diarreicas.
Los métodos de cocción en caso de colitis son esenciales para reducir este problema y, por lo tanto, los alimentos al vapor, hervidos y cocidos son las mejores opciones en caso de colitis. Por otro lado, la barbacoa y las frituras deben quedar absolutamente excluidas en este periodo de inflamación del colon.
Ejemplo de dieta semanal para el síndrome del intestino irritable
La Dra. Chiara Boscaro, bióloga nutricionista del Instituto Clínico San Siro, Istituti Clinici Zucchi y Smart Clinic, explica la importancia de una dieta adecuada y cómo moderar (¡o evitar!) la ingesta de ciertos alimentos.
Si comes de forma saludable y tomas probióticos, puedes mantener el riesgo de irritación intestinal bajo control. Si, por el contrario, sigues llevando una vida muy estresante y sedentaria, comiendo comida basura, tus alvus (intestinos) seguirán siendo siempre un poco irregulares.
Muchos probióticos deben conservarse en el frigorífico, sobre todo los que se venden en cápsulas, que contienen probióticos liofilizados y están gastroprotegidos; de hecho, si se abren, el contenido pierde su eficacia y los microorganismos mueren porque también son sensibles al oxígeno y a la temperatura en general (temperatura óptima de 4 a 10 grados)”, continúa el especialista.
“Ciertos alimentos como el kéfir, la leche fermentada y el yogur blanco también vienen en ayuda de nuestro bienestar, dos elementos excepcionales para regularizar el intestino. Son los únicos productos que mantienen la flora bacteriana en un estado óptimo y suelen ser decisivos en los pacientes con SII”, añade el experto.
Las elecciones alimentarias no sólo influyen en el intestino y el estado nutricional, sino que también tienen un poderoso impacto en el cerebro y el sistema nervioso. El intestino, de hecho, también se llama el “segundo cerebro”.
Los niveles de serotonina también influyen en la memoria y el sueño. Todo esto pone de manifiesto cómo un estilo de vida saludable, en la mayoría de los casos, beneficia a las personas que padecen SII.
Los alimentos preferidos son: arroz, pasta, carne, pescado, pollo, huevos, queso curado, calabacines, zanahorias, acelgas, espinacas e hinojo. En cualquier caso, nunca es buena idea abusar de un mismo alimento.
Fruta para el síndrome del intestino irritable
¿Cuáles son los síntomas del síndrome del intestino irritable? “Hinchazón en el abdomen, del bajo vientre, a veces acompañada de dolor, con aerofagia y meteorismo, o punzadas debidas a la presencia de aire. O incluso problemas intestinales como el estreñimiento, que en algunos casos se alternan con días de disentería. Es posible que la ecografía no muestre nada, pero el médico lo siente a través de la palpación. En algunos casos también hay náuseas. Todo está relacionado con el hecho de que uno tiene dificultades para absorber y digerir ciertos alimentos”.