Canto del urogallo
El urogallo tiene una estructura física que varía de un macho a una hembra. El macho tiene una coloración oscura con reflejos verdosos en el pecho y dos conspicuas manchas escapulares blancas, mientras que la hembra tiene una coloración marrón grisácea con reflejos rojos en el pecho. Ambos tienen las plumas de la barbilla en forma de lanza, la cola con largas plumas oscuras moteadas de blanco que se abren en abanico y las patas cubiertas de grueso plumón. A medida que cambian las estaciones, su aspecto permanece inalterado.
Durante el periodo de apareamiento, el macho y la hembra se comportan de forma diferente: el macho realiza el ritual de apareamiento, que consiste en una danza conocida como “desfile”, con la cola desplegada y la cabeza hacia atrás, todo ello acompañado de un espectacular canto, entonado antes de que salga el sol, para atraer a las hembras. Durante la última fase del canto no oye ni ve y se convierte en una presa fácil. Las hembras se agrupan en gran número y, una vez fecundadas, ponen sus huevos en una depresión del suelo.
El urogallo lo que come
El urogallo comienza su temporada de apareamiento hacia abril-mayo, cuando los machos organizan espectaculares desfiles amorosos en lugares semiabiertos del bosque para atraer a las hembras, con exhibiciones de canto, movimientos rituales y exhibición de las plumas de la cola.
En invierno se alimenta principalmente de agujas de coníferas, en primavera de yemas y brotes del sotobosque, en verano y otoño de bayas y frutos como frambuesas, fresas arándanos, grosellas y gayumbos. Las hembras y los polluelos también se alimentan de insectos y otros invertebrados.
Las causas del declive de Tetrao urogallus, al igual que las de los demás tetraónidos alpinos, no están claras y probablemente sean múltiples (las principales parecen ser las perturbaciones antrópicas vinculadas sobre todo a los flujos turísticos y al cambio climático). Precisamente para llegar al fondo de estas causas, el Parque Natural de Adamello-Brenta, con la colaboración del Servicio Forestal y de Fauna de la Provincia Autónoma de Trento, puso en marcha en 2007 un proyecto de investigación plurianual sobre los galliformes, y en particular sobre el Tetrao urogallus.
Significado del urogallo
Las principales características que delimitan a la familia de los tetraónidos son: un cuerpo macizo, la presencia de patas y dedos cubiertos de plumas, en la mayoría de las especies una marcada diferencia entre el individuo macho y la hembra, en algunos casos tienen placas córneas en los dedos para poder desplazarse fácilmente sobre la nieve, hábitos de vida principalmente terrestres, frecuentando bosques mixtos, praderas, tundra y pastos de montaña de gran altitud.
Este tetraónido alcanza una longitud de 35 cm, incluida la cola, que mide unos 10 cm. Su plumaje le permite camuflarse perfectamente en su entorno. De hecho, ambos sexos, de noviembre a marzo, adoptan una coloración blanca, a excepción del extremo de la cola, que sigue siendo negro. Los machos se reconocen por una franja negra que va desde el pico hasta el ojo y por las carúnculas más desarrolladas. El plumaje de verano es marrón en la parte superior, con manchas grises y simples, plumas blancas dispersas, mientras que las alas y el vientre son blancos, en el macho la franja entre el pico y el ojo es marrón oscuro, mientras que en la hembra es visible, marrón claro. Las patas están completamente cubiertas de plumas blancas, más gruesas en invierno. En América del Norte vive la perdiz (lagopus leucurus), en el continente euroasiático hay tres subespecies distintas:
El urogallo comiendo
Fig. 3 – Hábitat frecuentado por el urogallo en verano: bosque ralo de abetos, con un exuberante sotobosque de arándanos y algunos ejemplares de regeneración, que proporcionan alimento y refugio en una pequeña zona (foto Luca Rotelli).
Fig. 5 – Los desfiles de los machos de urogallo se caracterizan a menudo por peleas destinadas a establecer la jerarquía entre los distintos ejemplares presentes en la misma arena. A veces llegan a protagonizar espectaculares peleas, dirigidas con picos y enérgicos golpes de ala, audibles incluso a varias decenas de metros de distancia (foto Luca Rotelli).