Arfid
Nicely, T., Lane-Loney, S., Masciulli, E., Hollenbbeak, C., & Ornstein, R. (2014). Prevalencia y características del trastorno de evitación/restricción de la ingesta de alimentos en una cohorte de pacientes jóvenes en tratamiento de día para los trastornos alimentarios. Journal of Eating Disorders, 2. Doi: 10.1186/s40337-014-0021-3.
Norris, M., Robinson, A., Obeid, N., ,Harrison, M., Spettigue, W., & Henderson, K. (2014). Explorando el trastorno de ingesta de alimentos evitativa/restrictiva en pacientes con trastornos alimentarios: Un estudio descriptivo. International Journal of Eating Disorders, 47, 495-499.
Ornstein, R., Rosen, D., Mammel, K., Callahan, T., Forman, S., Jay, M., et al. (2013). Distribución de los trastornos de la alimentación en niños y adolescentes utilizando los criterios propuestos del DSM-5 para los trastornos de la alimentación y de la comida. Journal of Adolescent Health, 53, 303-305.
Trastorno por atracón
Los trastornos alimentarios se caracterizan por una preocupación constante por la comida y el control del peso corporal, hasta el punto de que puede perjudicar significativamente la salud física o el funcionamiento psicosocial.
La producción de estados viscerales parece, pues, el hilo conductor de las distintas formas de trastornos alimentarios. Del hambre a la saciedad, de los vómitos a la diarrea, de la fatiga al esfuerzo muscular, la atención a la experiencia corporal resuena con un sentido del yo que ha perdido su anclaje en el otro.
Trastorno alimentario incontrolado
Los criterios diagnósticos del DSM-5 para el trastorno de evitación/restricción de la ingesta de alimentos son cuatro (de la A a la D) y son los siguientes (DSM-5, American Psychiatric Association, 2013):
Desde el punto de vista del diagnóstico, los individuos con ARFID presentan características bastante heterogéneas, como por ejemplo: bajo peso, baja estatura o incluso niños con poco apetito que sufrieron reflujo gastroesofágico durante su infancia o, por ejemplo, individuos que sólo comen alimentos “blancos” porque descubrieron que podían digerirlos mejor.
Por ello, el tratamiento debe ser multidisciplinar, incluyendo intervenciones psicológicas, nutricionales y médicas. ¡EN ESTE ARTÍCULO ENCONTRARÁS MI ENFOQUE PRÁCTICO PARA ESTE TIPO DE TRASTORNO ALIMENTICIO!
Trastorno de rumiación
Los trastornos de la nutrición y la alimentación, antes conocidos como trastornos alimentarios (de ahí las siglas DCA), son enfermedades psiquiátricas de etiología multifactorial, en las que, debido a la estructuración de pensamientos patológicos y obsesivos hacia el propio cuerpo y la comida [1], la conducta alimentaria se ve alterada y disfuncional de por vida, hasta el punto de ser, si no se trata, mortal.
Implicando a otras disciplinas médicas como: ciencias de la dietética o ciencias de la nutrición humana dietética, endocrinología, gastroenterología y otras muchas ramas médicas, ya que estas patologías conllevan una serie de problemas secundarios, como consecuencia de pautas alimentarias incorrectas, que afectan a numerosos órganos y aparatos.
En la anorexia nerviosa, además, el funcionamiento cognitivo y emocional está muy deteriorado[6]. Además, existen numerosas complicaciones médicas que pueden afectar a todos los órganos y sistemas del cuerpo. Estos problemas se deben a la desnutrición, la emaciación persistente y el uso de laxantes y diuréticos[7]. En los pacientes con anorexia, las quejas gastrointestinales son muy frecuentes y molestas[8].